El actor irlandés Colin Farrell ha desatado una ola de titulares en el mundo del espectáculo al exponer públicamente las consecuencias de su lucha contra el alcoholismo durante el rodaje del aclamado thriller futurista Minority Report (2002). La revelación ocurrió durante una sincera aparición en el popular late-night show de Stephen Colbert, ofreciendo un vistazo inédito y crudo a la presión de Hollywood detrás de cámaras.
Farrell, quien interpretó al agente Danny Witwer junto a Tom Cruise, admitió que su adicción se encontraba en un punto crítico durante la producción, recordando a Colbert "uno de los peores días" que había vivido en un set, lidiando con una mezcla de resaca y estar "recién intoxicado".
El dato más alarmante que trascendió la conversación en el talk show es la cantidad exacta de intentos que requirió para grabar una única línea de diálogo en una escena crucial: 46 tomas. Este fallo masivo, según insinuó Farrell, generó una tensión considerable con la estrella principal, Tom Cruise.
La anécdota subraya la serias dificultades personales que enfrentaba el actor, contrastando con la inmensa escala del blockbuster dirigido por Steven Spielberg. El propio Farrell confesó a Colbert que el incidente fue un duro recordatorio de hasta dónde había escalado su problema.
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