El actor puertorriqueño Benicio del Toro ha regresado a su isla natal con una misión clara: ayudar a la juventud a través de la filantropía, canalizando la pasión que el baloncesto le inculcó. Como embajador oficial de la Fundación Millo Romero, busca continuar el legado de su legendario entrenador y mentor, Emilio "Millo" Romero.
Del Toro, quien de niño soñaba con ser basquetbolista en San Juan, siempre ha creído que el deporte fue la base de su ética de trabajo. "En lo que hago ahora, entiendo esa lección gracias a los deportes", expresó, comparando la disciplina y el trabajo en equipo del baloncesto con los desafíos del cine.
Esta mentalidad se reflejó en su reciente trabajo con Leonardo DiCaprio en la película "One Battle After Another", a quien describió como un compañero que "comparte el balón" y no es egoísta.
El compromiso del actor con la fundación es personal. Él mismo recibió una beca para estudiar actuación en Los Ángeles y entiende la importancia de darle una oportunidad a los jóvenes. "Sin esa beca, no estaría aquí hoy", afirmó, destacando la necesidad de apoyar a la juventud con sueños, ya sea en el deporte, la música o las artes.
Para expandir el alcance de la fundación y su programa de becas, Benicio del Toro fue anfitrión del evento "Dream Ambassadors Cocktail" en Puerto Rico.
Con esta iniciativa, Del Toro une su fama en Hollywood con sus raíces en la isla, demostrando que la disciplina y el trabajo en equipo pueden tener un impacto positivo que trasciende la pantalla y beneficia a su comunidad.



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