Michael J. Fox denuncia la “cultura del acoso” y nombra a su mayor matón

Michael J. Fox, la icónica estrella de Volver al Futuro, ha reaparecido en los medios para hablar con una franqueza conmovedora sobre la adversidad, la resiliencia y el constante desafío que representa la enfermedad de Parkinson en un entorno como Hollywood.

En una reciente entrevista, Fox no solo lamentó la prevalencia actual de la "cultura del acoso" (bully culture), sino que nombró sin reservas a su adversario más implacable y constante: su propia condición neurológica.

El actor canadiense, que ha regresado a la actuación tras un breve retiro, reflexionó sobre por qué su clásico de 1985 sigue resonando con tanta fuerza cuatro décadas después, especialmente en países como los nuestros, donde la película es una joya de culto.

Según la entrevista con Fox News, la clave de la vigencia de la película radica en la lucha del "pequeño" contra el opresor. Fox estableció un paralelismo directo entre la ficción y la realidad:

"Vivimos en una cultura del acoso ahora mismo. Tenemos matones por todas partes... En esta película [Volver al Futuro], Biff es un matón. El tiempo es un matón," dijo Fox, refiriéndose al antagonista recurrente de la saga y a la inexorable marcha del tiempo.

Sin embargo, el actor llevó la analogía a un nivel profundamente personal al identificar a su "mayor matón" en la vida real. Fox, diagnosticado con Parkinson en 1991, señaló a su enfermedad como la fuerza más persistente que lo ha hostigado:

"Para mí personalmente, el Parkinson es un matón," confesó la estrella.

La lucha contra esta enfermedad neurodegenerativa, que le causa temblores y rigidez, se convierte así en una batalla diaria contra un adversario silencioso. Para Michael J. Fox, la clave para superar cualquier tipo de acoso (sea social, temporal o biológico) es la actitud y la fuerza interna:

"Todo se trata de cómo te enfrentas a ellos y de la determinación con la que te enfrentas a ellos. Se trata de tu resiliencia y tu valor," concluyó.

Esta perspectiva de lucha constante, más allá de la tristeza, subraya el mensaje de esperanza que Fox ha transmitido a través de su fundación, la cual ha recaudado miles de millones de dólares para la investigación. Aunque el Parkinson sea su "matón", el actor demuestra con su trabajo y su regreso a la pantalla que la dignidad y el coraje son el mejor modo de enfrentarlo.

Su legado, como el de Marty McFly, es la prueba de que el más pequeño puede alzarse ante la adversidad.

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